miércoles, 28 de enero de 2009


REPRODUCIR EL GUPPY
El guppy (Poecilia reticulata) es uno de los peces más vistosos y que más ambiente dan a tu acuario. Su mantenimiento es muy sencillo y su reproducción es también muy fácil.
Los Guppys pertenecen son peces vivíparos, es decir, paren crías vivas que a los pocos segundos de nacer nadan hacia un escondite y desde el primer día se pueden alimentar por su cuenta. Esto simplifica enormemente su reproducción.
Hay varios métodos para reproducirlos, aquí hablaremos del método natural, ya que no requiere ningún equipamiento especial. Este método vale para cualquier vivíparo, entre los que podemos incluir xifos o espadas, mollys y platis. Todas las variedades de dichos peces se pueden reproducir igual y viven en condiciones de agua similares.
Preparación del acuario
Para reproducir guppys no es necesario contar con un acuario de cría. Podemos reproducirlos perfectamente en el acuario comunitario, siempre que proporcionemos un buen refugio a los alevines. Se ha de poner una esquina del acuario densamente plantada con plantas de hojas finas. Recomendamos, por sus pocos requerimientos, la Ceratophyllum demersum. Es especialmente recomendable la Ricia (Riccia fluitans) una planta flotante que proporciona un buen refugio a los alevines y producirá infusorios para alimentarlos siempre que le echemos unas gotas de leche todos los días.
Cuando la hembra esta a punto de parir veremos que busca refugio en esa esquina del acuario, cerca del fondo. Una vez producido el alumbramiento los alevines rápidamente buscaran refugio entre las plantas, quedando así protegidos de la voracidad del resto de los habitantes del acuario, incluidos los padres. Con este sistema los alevines más débiles y peor formados son comidos por el resto de los peces, lo cual es una eficaz selección y un buen control de la población.
Las hembras de guppys están permanentemente en gestación y dan crías cada 28 días. Con cada parto suelen tener entre 5 y 150 alevines, dependiendo del tamaño y edad de la hembra. Por tanto aunque solo sobreviva un pequeño porcentaje de los alevines no nos ha de preocupar, ya que tendremos un exceso en poco tiempo.
Condiciones de cría
Los guppys afortunadamente crían en casi cualquier condición. Aun así no hemos de olvidar que prefieren un agua de dureza media con un pH entre 7 y 8. La adicción de una cucharada sopera de sal marina por cada veinte litros de agua ayuda a prevenir la enfermedades. La temperatura ideal es de 25°C.
Es particularmente importante que el agua este limpia. Cambia un 20% de agua semanalmente o, si tienes muchos peces, con más frecuencia. Un agua con muchos nitratos, especialmente si es amarillenta, ocasiona un crecimiento lento de los alevines, menor tamaño de adultos, una perdida de coloración y susceptibilidad a las enfermedades.
Para una buena coloración es muy importante suministrar comida que tenga abundancia de colorantes naturales. La espidulina obra maravillas en solo dos semanas. Tienes una receta apropiada para unos guppys sanos y coloridos en
Papilla para guppys. Usala como alimento principal y deja las escamas como complemento.
Los machos de guppy son sumamente ardientes y siempre están intentando acosando a las hembras, hasta el punto de estresarlas y hacerlas enfermar. Por tanto se debe mantener una proporción mínima de dos hembras por cada macho, pudiendo llegar hasta las cinco hembras por macho. Distinguir el macho de la hembra es muy sencillo, ya que los machos son más pequeños, tienen mayor colorido, una aleta caudal más grande y gonopodio. El gonopodio es la aleta anal modificada de forma que le permite copular con la hembra. Fíjate en la foto, donde la hembra es el pez de arriba y el macho es el de abajo.
Selección de los peces
Si nuestro acuario esta bien plantado y las condiciones del agua son adecuadas, pronto tendremos más peces de los que nuestro acuario puede mantener. Se hace imprescindible deshacerse de los peces sobrante, bien regalándolos a un amigo o a la tienda de animales más cercana.
Pero no nos debemos deshacer de cualquier guppy. Regalaremos solamente los peces que tengan alguna deformación o menos se acercan al colorido y la forma de aletas que deseamos. Ten en cuenta que la coloración definitiva no se alcanza hasta que tienen unos tres meses, por lo que te aconsejamos mantenerlos hasta que tengan esa edad o un tamaño de unos dos centímetros. Conviene no seleccionar los peces por cualquier característica; céntrate en conseguir una forma de aleta concreta o un color.
Si continuamente cruzamos los hermanos entre si, en pocas generaciones los peces degenerarán, perdiendo colorido y resistencia a las enfermedades. También nos pueden aparecer un gran numero de peces con deformidades. Para evitar esto es conveniente cambiar algunos de nuestros peces con los de algún amigo o comprar algún pez nuevo. Los nuevos peces han de tener las características que deseamos, la forma de aleta que queremos y/o el color deseado.
Parideras
Una paridera es una pequeña cajita de plástico que, en teoría, permite que las crías escapen de la voracidad de su madre. Podéis encontrarla en cualquier tienda de acuariofilia a muy bajo precio.
El problema es que son excesivamente pequeñas, estresando y haciendo enfermar a la hembra. Además el diseño no es adecuado para salvaguardar a los alevines, ya que el espacio donde se han de refugiar es excesivamente pequeño. Finalmente he de comentaros que los alevines que se crían en las parideras tienen una tasa de mortalidad altísima, y cuando crecen son peces pequeños y con poco colorido.
Por todo ello desaconsejo el uso de parideras comerciales. Si realmente queréis una paridera deberéis hacérosla vosotros, con una capacidad de al menos tres litros y con el fondo de rejilla.

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